09 septiembre 2007

Rosa Díez se va del Partido Socialista: ¡Ya era hora!

Rosa Diez se ha ido del Partido Socialista. Ya tardaba. Uno se pregunta por qué esta mujer de lengua tan alegre y látigo tan dispuesto para azotar a los suyos no se ha ido antes. Me gustaría saber por qué ha aguantado tanto en ese partido de peligrosos proterroristas y de palmeros separatistas. ¿Será que el sueldazo en Bruselas y las colaboraciones periódicas abrazándose con los insignes colaboradores de La Cope la procuraban una estabilidad económica sin parangón?

Que no nos hable de dignidad política Rosa Diez porque ella no cuenta ni con un ápice. A un año vista suelta el escaño montando un espectáculo mediático. En su rueda de prensa me recordó a Anita Obregón, le gusta más una cámara que a un tonto. Poses, sonrisas, poses, sonrisas, vestidito de rojo (para que joda dirán) y parafernalia con el carnet: patético. Ahora la frustrada, la mujer derrotada por Zapatero y Patxi Lopez en sendos congresos (curioso, sus dos dianas favoritas), tiene una ocasión magnífica para probarse de nuevo ante el electorado socialista y así calibrar los apoyos que tiene la política antiterrorista de Zapatero y la suya. Será jugoso ver el resultado en las elecciones generales. Ella que se siente tan socialista; pues veremos como los socialistas le dan o no la espalda. Me da a mí que sí, que no la pueden ni ver.

Su camino terminará inexorablemente en el Partido Popular. Lo veremos. Gortzone Mora ha sido mucho más clara y la ha criticado por hacerle la competencia al PP, el único partido que según ella no peca de separatismo en España ni entrega porciones de Navarra a Eta. Dudo que se pierdan muchos votos socialistas en su candidatura, algunos más volarán de los populares pero poca cosa. Para empezar su nueva andadura algunos medios como elplural.com ya recuerdan como su señoría aplaudía con entusiasmo el acercamiento de presos y las negociaciones con la banda terrorista. Y lo que recordaremos porque las hemerotecas son malísimas.

La mentira y la falsedad tiene las patitas muy cortas. Y el cinismo y el victimismo también. Rosita se cree que ella es la única amenazada por ETA. No es la Marianne francesa ni mucho menos aunque se empeñe en convertirse en un simbolo. Porque esos compañeros que tiene en la diana todos los días también comparten la diana de los terroristas, como ella. Ella no es más que el concejal socialista de un pueblo pequeño de Euskadi. No tiene más mérito ni más cojones. Aquellos que ella señala como traidores se juegan la vida tanto o más que ella. Y digo más porque ellos no tienen la suerte de pasar media semana en Bruselas, cuando no más. Lecciones de esta señora pues, las justas. Su valor como ciudadana se reconoce pero no su coherencia ni calidad política. Es prescindible, nadie la echará de menos.

Hasta nunca Rosa Diez, los socialistas te lo agradecemos profundamente.