Hoy leía con agrado como en la vecina localidad de Plasencia el equipo de Gobierno municipal ha decidido cambiar el nombre de la Avenida José Antonio por Avenida La Salle, cuestión que ya está generando críticas de los sectores más ultraderechistas de la ciudad que se oponen a ello como de algunos comerciantes que manifiestan que todo esto va a suponer una serie de transtornos para los negocios de la calle.
Muy cerquita de Plasencia, en Montehermoso, se ha llevado a cabo este proceso, y no en una calle puntual sino de todas las calles del municipio que tenían alguna relación con el régimen franquista.
Puede ser comprensible que los comerciantes entiendan que se les puede generar algún transtorno (quizás por los envíos de paquetería) pero aquellos que manifiestan que ahora tendrán que cambiar todos sus papeles indicarles que no es preciso, que en su día cuando lleven a cabo alguna renovación de los mismos ya se los modificarán.
Como consejo al equipo de Gobierno sería muy conveniente remitir el acuerdo con el cambio de nombre de esta avenida a las entidades bancarias, correos y a las diferentes administraciones públicas para que en sus bases de datos pueden ya realizar el cambio en cuestión.
Decisiones como estas tenían que ir tomando otros municipios de nuestro entorno donde aún persisten cientos de calles dedicadas al régimen.
